Nuestros principios

La naturaleza ha conformado un espacio privilegiado en torno a la cabecera del río Eresma. Por la exuberancia de sus bosques, los Montes de Valsaín fueron desde muy antiguo el escenario de cacerías para disfrute de Reyes y nobles, y de descanso de los que abrumados por las labores de gobierno, descubrieron la idílica tranquilidad de estos parajes, dando a La Granja y Valsaín la condición de Reales Sitios.

Con recursos vitales como son el agua y el afamado y extraordinariamente bien gestionado Monte de Valsaín, La Granja, se constituyó en un ensayo de la filosofía ilustrada, cruce de caminos históricos, donde Carlos III, adelantándose a su época, ya hizo de la «planificación» la herramienta que le permitió conjugar sabiamente patrimonio histórico con modernidad y crecimiento económico, progreso y calidad de vida con respeto al entorno natural, modelo recuperado tras un largo proceso de involución fruto de la dictadura.

En La Granja, así como en Valsaín, se tomaron las decisiones más importantes de la época. Además de tomarse las decisiones políticas durante las estancias veraniegas de la Corte y las embajadas más importantes del momento, se implantaban en el municipio las últimas innovaciones tecnológicas en materia de arquitectura o de gestión de montes, entre otras.

Acompañando la construcción del Palacio Real de La Granja, se experimentó un modelo de creación de ciudad: el establecimiento de la red de suministro de agua y la red de saneamientos, los primeros hospitales y cementerios extra-muros, etc. La Granja constituía así el laboratorio donde se implementaban todas estas innovaciones para después trasladarlas a la Corte en Madrid para mejorar la calidad de vida.

En La Granja, en el siglo XVIII, convivían gentes de hasta trece nacionalidades distintas. Aquí se concentraron en su día los mejores imagineros de la época como Juan Salvador Carmona y cantantes y músicos como Farinelli.

Coherentes con este «San Ildefonso preconcebido», este «deber ser» ilustrado, el Ayuntamiento, continúa haciendo de la Planificación, Dirección y Coordinación de todos los agentes sociales, públicos y privados, el eje de la gestión de su territorio.

Es imprescindible para su comprensión destacar que el Municipio cuenta con un sector público muy potente, haciendo que gran parte de su patrimonio tenga un régimen de titularidad pública, que supera el 90% del total de sus 16.000 Ha., lo que unido a la escasez de suelo con destino residencial, terciario o industrial, confiere al Municipio un carácter peculiar, que convierte al Ayuntamiento en el interlocutor válido, e imprescindible, entre administraciones y entes públicos y privados, y lo constituye en el principal dinamizador económico; planificador del desarrollo basado en recursos endógenos, e intermediador en el mercado del suelo con un Plan General de Ordenación Urbana(PGOU), un Plan Estratégico de Desarrollo, cuyas directrices han sido consensuadas entre todos los sectores económicos y sociales, y un Plan de Vivienda Municipal ejemplar que desde 1996 se desarrolla exitósamente.

En este paradigma de desarrollo adoptado por y para el Municipio, sólo se concibe un modelo de crecimiento urbanístico sostenible, equilibrado, compacto e integrado, y un modelo de gestión donde progreso y crecimiento económico, respeto del entorno natural y conservación y rehabilitación de su patrimonio cultural y arquitectónico se conjugan en perfecta armonía.

Para ello, el Ayuntamiento viene regulando el mercado del suelo público, rehabilitando patrimonio arquitectónico, promoviendo la construcción de viviendas de protección oficial, con estricto seguimiento de pautas de desarrollo sostenible marcada por las necesidades del crecimiento vegetativo de la población y realizando inversiones en la conservación del medio natural, garantizando, así la calidad de vida de los vecinos, pero también el derecho constitucional de acceso a la vivienda para las nuevas generaciones, con especial atención a colectivos desfavorecidos como mayores y discapacitados.

La excepcional gestión de este territorio que a lo largo de los siglos se viene realizando, le han convertido en referente de sostenibilidad en un contexto de fuerte presión urbanística, desde la proximidad de Madrid y las nuevas infraestructuras, como así se está sosteniendo ante la UNESCO en el proceso de declaración de Patrimonio de la Humanidad. Modelo cuya garantía de continuidad pasa por la Planificación, Dirección y Compromiso de todos los agentes implicados, y cuya coordinación y liderazgo corre a cuenta del Ayuntamiento como legítimo representante de los ciudadanos.

Este Real Sitio, en los años 30, contó con la presencia de los Lorca, de los Gasset, entre otros. Hoy nuestro reto también es la recuperación del Patrimonio intelectual, la consolidación del Municipio como centro catalizador del conocimiento, la cultura y las artes. Hemos logrado que vuelvan los Lorca y los Gasset del siglo XXI y que vengan acompañados de los máximos exponentes culturales de cada época.